martes, 30 de noviembre de 2010

Mochuelo Europeo


El mochuelo europeo o mochuelo común (Athene noctua) es una de las aves rapeces nocturnas más difundidas por toda la mitad sur de Europa y el norte de África. Tiene unos 25 cm de longitud.
Como la mayoría de aves de la familia Strigidae, tiene grandes ojos de iris amarillo-pálido. Es de estatura rechoncha, de color pardo con manchas blancas, y en vuelo se distingue por sus alas cortas, redondeadas y con líneas punteadas de color blanco. Se parece un poco al autillo europeo, pero éste es de color ceniza, con un par de mechones en punta encima de la cabeza, y menos corpulento que el mochuelo.
Su vuelo es ondulado, con descensos y ascensos continuos y de aleteos rápidos.
Su voz es fácil de escuchar en los atardeceres: una serie de reclamos agudos y fuertes. Se suele ver sobre todo en paisajes mediterráneos, con olivos, matorrales, y algún que otro pedregal. También es frecuente verlo de día, posado sobre un poste.
Caza sobre todo pequeños roedores, insectos grandes, pequeños pájaros y gusanos.
En la antigua Grecia era el animal sagrado de la diosa Atenea de la cual toma su nombre científico, y símbolo de la ciudad de Atenas. Por ello, muchas monedas acuñadas llevaban en su reverso la imagen de este animal.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Chochin común


Un nervioso trino, que casi provoca sobresalto, y una pequeña bola parda que se desliza entre el ramaje; eso es todo lo que generalmente se conoce del Chochín Común. Poco falta para que sea el más pequeño de nuestros pájaros,el Chochín Común es el más enternecedor con su figura redonda, rematada por una pequeña cola vertical.
Familiar pero poco llamativo, el Chochín Común (Troglodytes troglodytes ) reserva muchas sorpresas y desilusiones a quien pretende conocerle mejor. Su carácter es profundamente egoísta e incluso pendenciero. En la época de celo, el macho defiende su territorio ardorosamente emitiendo una serie de trinos y de agudos silbidos de una potencia sorprendente para su tamaño. Con una energía feroz construye varios nidos mullidos, que obliga a visitar a todas las hembras de la vecindad. Los machos más hábiles retienen dos o tres hembras; los otros permanecen solitarios.
Se han encontrado guarecidos juntos hasta una docena de chochines: la conservación del calor es imperativa para estas aves y los inviernos muy severos ocasionan fuertes mortandades entre ellas.
Se alimentan de pequeños insectos y sus larvas; algunas arañas y pequeñas semillas.